Por: Manuel Herrera Vega
Presidente de CONCAMIN
La Confederación de Cámaras Industriales de los Estados Unidos Mexicanos, organismo que tengo el honor de presidir e integra a 106 cámaras y asociaciones representantes de todos los sectores y regiones productivas del país, nos unimos con gran gusto a las páginas de Círculo Rojo. Reconozco la labor de su Director Erik Guerrero Rosas, y agradezco el espacio para difundir los temas más relevantes de la agenda industrial con todos sus lectores.
Hoy quiero compartir un breve balance del primer trimestre de este 2016, el cual arroja resultados contrastantes. Por un lado, en los mercados financieros la tendencia dominante es la recuperación: el peso, la bolsa y el precio del petróleo han retomado su trayectoria ascendente, aunque con altibajos y episodios de volatilidad. Por su parte, la confianza de empresarios y consumidores sigue dominada por actitudes de cautela y pesimismo que afectarán el consumo interno y la inversión productiva.
Entre las fortalezas económicas de nuestro país podemos destacar un crecimiento del mercado interno, una inflación bajo control, un monto alto de remeses enviadas hacia nuestra nación y la continuidad que se ha dado al estricto control sobre las finanzas públicas. Sin embargo, nuestra economía aún enfrenta serias debilidades, que debemos tener presentes: se mantiene debilidad en la economía mundial, precios internacionales del petróleo y los mercados financieros internacionales, así como un bajo dinamismo de la economía estadounidense, particularmente de su actividad industrial.
En este escenario, la industria mexicana y sus componentes han observado comportamientos diversos. El sector en su conjunto arrancó el año con un avance de 1.1%, cifra ligeramente mayor a la reportada en 2015; según nuestros analistas, difícilmente acelerará el paso en lo que resta del año, considerando los efectos del recorte presupuestal y la percepción de los empresarios sobre el ambiente para los negocios.
Por sectores destaca la contracción de la industria minera; desaceleración en la industria dedicada a la generación, transmisión y distribución de energía eléctrica, suministro de agua y de gas por ductos al consumidor; las manufacturas arrancaron el año con un incremento de 1.0%, y de las 21 especialidades que lo integran 13 crecieron, 2 se estancaron y 6 restantes iniciaron el año con cifras negativas. En contraste cabe destacar la reanimación del sector construcción, particularmente de la construcción de vivienda.
En un entorno caracterizado por una confianza de empresarios y consumidores dominada por la cautela y el pesimismo, que afectarán el consumo interno y la inversión productiva, la apuesta de los industriales en México es fortalecer nuestro mercado interno. No nos vamos a quedar de brazos cruzados, y estamos impulsando una intensa agenda para fortalecer a nuestra industria.
Derivado de la firma del Convenio de Colaboración para la Gran Alianza por una Política Industrial de Nueva Generación, signado entre CONCAMIN y las secretarías de Economía, Educación Pública y Hacienda y Crédito Público del Gobierno Federal, donde el Presidente de la República Enrique Peña Nieto fungió como invitado de honor, los industriales del país estamos sumando voluntades para avanzar en el establecimiento de políticas públicas que impulsen la productividad mexicana.
Gracias al establecimiento de un diálogo abierto y el trabajo en conjunto con los tres niveles de gobierno, los poderes de la Unión, el sector académico y el de los trabajadores, estamos dispuestos a convertir la coyuntura macroeconómica en oportunidades para el fortalecimiento de nuestros sectores, basados en una labor estratégica desde tres ejes: productividad y competitividad, impulso a la innovación mexicana y encadenamiento productivo. Estos ejes implican la suma de esfuerzos de todos los sectores de la sociedad y tienen como transversal la generación de talento, convencidos de la capacidad y empeño de todos los mexicanos, y asumiendo como propia la responsabilidad de otorgar oportunidades reales de desarrollo a nuestros jóvenes.
Atrás quedaron los tiempos en que se consideraba que la mejor política industrial era la inexistente, que dejó a nuestras empresas en seria desventaja ante competidores internacionales; atrás también aquella visión de que la política industrial representaba proteccionismo del gobierno y medidas paternalistas para enfrentar las coyunturas.
Hoy los industriales concebimos la Política Industrial desde un enfoque activo y responsable: atender las vocaciones y oportunidades de cada sector en cada región del país, para detonarlas y fortalecer a nuestro sector; apoyar a nuestras pymes y nuevos emprendedores para un efectivo encadenamiento que les permita eslabonarse con las grandes operaciones de comercio exterior, y sobre todo creer en la inventiva y creatividad de los mexicanos para generar innovaciones que sean un referente a escala internacional. En una próxima entrega compartiré con los esfuerzos y avances que estamos impulsando desde CONCAMIN, en cada uno de estos rubros.
Creer es Crear: los industriales creemos en México, por eso creamos en México.