Expectativa vs realidad
Por: Vanessa Guerrero Belmont
Una de las decisiones más difíciles e importantes de nuestra vida, por desgracia, la debemos tomar a una edad temprana, en donde apenas estamos descubriendo quiénes somos. Sin embargo, influye en el resto de nuestro futuro, y esa decisión es la de elegir la carrera que queremos estudiar.
En México, el campo laboral es cada vez más competido. Muchos jóvenes deciden estudiar una carrera donde creen que tendrán las mejores oportunidades de encontrar empleo al egresar, pero puede suceder que esa carrera sea de las más saturadas.
Según el Observatorio Laboral de la Secretaría del Trabajo y Previsión Social, éstas son las diez carreras con mayor número de egresados en México:
- Contaduría,
- Administración,
- Derecho,
- Comunicación,
- Ciencias Políticas,
- Educación y Pedagogía,
- Psicología,
- Turismo,
- Diseño,
- Medicina.
Pero las carreras con más demanda en las empresas, no necesariamente coinciden con las más demandadas por los jóvenes. Esas carreras son:
- Administración de empresas,
- Contaduría,
- Ingeniería Industrial,
- Mercadotecnia,
- Actuaría,
- Economía,
- Relaciones Internacionales,
- Ingeniería en Sistemas.
Las carreras más saturadas, las preferidas por los jóvenes, no necesariamente son las de mayor demanda laboral en el mercado: esa es la primera sorpresa. Sólo Administración y Contaduría lideran ambas listas. Son los únicos casos en donde la expectativa de encontrar mayores oportunidades de empleo, empatan con la realidad.
Pero a través de las cifras, podemos apreciar que muchas de las carreras que son de las más demandadas en las universidades, no están en el top de carreras demandadas por las empresas, y esto causa mucho impacto.
Al menos en teoría, debería haber más estudiantes en aquellas carreras con mayor campo laboral, si nos atenemos a lo que las personas normalmente buscan. Pero en la práctica, no siempre es así. Como un ejemplo del divorcio que existe entre expectativa y realidad, podemos señalar la carrera de Ciencias de la Comunicación.
En el ciclo escolar 2011-2012, según datos de la Secretaría de Educación Pública, la matrícula escolarizada de esta licenciatura fue de 66,918 alumnos de un total nacional de casi tres millones (2, 932,254). Muchos estudiantes egresan de esa carrera sin tener oportunidades reales de encontrar empleo. El mercado laboral simple y sencillamente, no tiene capacidad para absorber a todos sus egresados.
Por eso podemos encontrar casos en donde Licenciados en Ciencias de la Comunicación tienen que buscar otras opciones porque a lo largo de su vida nunca logran entrar a trabajar a un medio de comunicación.
Sin embargo, aun así, a mi parecer, es un error elegir a lo que vas a dedicarte para toda la vida basado únicamente en cifras, dependiendo del ingreso, de lo que puedas llegar a ganar. Alguien me podrá decir que “hacer lo que nos gusta” es muy fácil predicarlo, más no aterrizarlo, llevarlo a cabo, debido a las necesidades económicas.
Pero siendo realistas, cuando te metes a trabajar en algo que no te gusta pero que lo tienes que hacer por puro interés económico, no lo desempeñas con entusiasmo, eres menos eficiente en el trabajo e incluso puedes llegar a convertirte en una persona frustrada, amargada. Trabajas por deber y no por querer, y eso claro que tiene muchas consecuencias negativas, como bajo rendimiento laboral, falta de motivación, infelicidad, y eso, a su vez, también trae repercusiones negativas para la empresa en la que trabajas.
En cambio, si te dedicas a algo que te apasiona todo lo haces con gusto y hasta llegas a hacer de más. Tienes el doble de eficiencia que si estuvieras en un lugar que no te gusta, y a la larga, terminas siendo mejor y generando la misma o mayor cantidad de ingresos que si te hubieras metido a la “carrera con más oportunidad de hacer dinero”.
Además, en la siguiente gráfica podemos apreciar que ni siquiera las carreras más demandadas por las empresas son las que generan mayor nivel de ingreso: ésa es la segunda sorpresa, por lo que ganar dinero dependiendo de la profesión, se vuelve algo muy relativo.
Mi consejo es que no te guíes por las cifras del dinero que podrías llegar a ganar en dicha carrera, o por cuáles son las más demandadas por las empresas, o por tradición familiar, o ni siquiera por cuál es la que creen tus amigos o familiares que es la que más te conviene, sino más bien por tu talento y habilidades.
Si algo te gusta, perseveras y buscas alcanzar tu objetivo con determinación, tu éxito podría ser mayor al que esperas. Como bien mencionó Javier Alatorre en la entrevista exclusiva que nos otorgó para Círculo Rojo, “Los jóvenes deben tener el valor para dedicarse a lo que más les apasione”.
Sólo así aumentarás tus probabilidades de obtener el éxito y la felicidad que esperas. De alcanzar éxito laboral, profesional y personal. Tus habilidades, tu pasión, te pueden llevar ahí aunque trabajes o hayas elegido una carrera saturada, con baja demanda por parte de las empresas, o en teoría con bajo nivel de ingresos.
Lo demás son solo números. La verdad es que todo depende de lo que tú hagas, los méritos o fracasos que llegues a tener en tu carrera, son sólo consecuencia de lo que haces. No se puede culpar a alguien más por la falta de satisfacción.
Hay que tener el valor de confiar en uno mismo para alcanzar nuestras metas. Así que suerte, mucha suerte en tu decisión.