Casi tres semanas después del impacto devastador del huracán Otis en Guerrero, el presidente de México, Andrés Manuel López Obrador, anunció importantes avances en el censo para cuantificar a los afectados. Desde el 26 de octubre, más de 250,000 hogares han sido registrados, y el censo está a punto de concluir, lo que permitirá la distribución directa de apoyos para la reconstrucción y construcción de viviendas.
López Obrador resaltó que más de 20,000 servidores públicos, incluyendo personal de la Sedena y la Guardia Nacional, han estado trabajando intensamente en la región. El censo, llevado a cabo por 1,000 servidores de la nación, proporcionará una visión clara de las necesidades y daños sufridos por los habitantes de Guerrero.
Además, el presidente destacó que los apoyos se entregarán directamente a las familias afectadas, acompañados de esfuerzos coordinados con distribuidores de materiales de construcción para garantizar la disponibilidad y precios justos de insumos como grava, arena, varilla, bloques y cemento. La estrategia del gobierno busca facilitar la autoconstrucción de viviendas por parte de los damnificados.
Comparando Otis con el huracán Katrina, López Obrador señaló que, aunque Otis fue un huracán categoría cinco, sus características de viento más que de agua contribuyeron a un menor número de víctimas mortales. A pesar de su intensidad, Otis no resultó en tantas fatalidades como otros huracanes históricos debido a estos factores.
Según la Fiscalía de Guerrero, hasta la fecha, se han reportado 48 fallecidos y 26 desaparecidos o no localizados debido a Otis. El presidente planea realizar una quinta visita a Acapulco para evaluar los avances y asegurarse de que la ayuda llegue a quienes más lo necesitan.
Además de los esfuerzos de reconstrucción, el gobierno ha estado entregando diariamente entre 2,000 y 3,000 paquetes con electrodomésticos a los damnificados. El objetivo es que, antes de fin de año, todos los hogares afectados cuenten con los enseres necesarios para retomar su vida cotidiana.
Esta respuesta integral del gobierno mexicano ante la crisis causada por Otis en Guerrero refleja un compromiso con la reconstrucción y el apoyo a las comunidades más afectadas, asegurando que la recuperación sea rápida y efectiva.