En camino a la paz definitiva, «Adiós a la guerra».
Colombia dio un paso histórico este jueves en La Habana con un acuerdo para fijar las acciones que ponen fin al cruento conflicto armado entre el gobierno y la guerrilla comunista de las Fuerzas Armadas Revolucionarias de Colombia (FARC), que ha durado medio siglo.
En presencia de numerosos jefes de Estado y del secretario general de las Naciones Unidas, Ban Ki-moon, el presidente colombiano Juan Manuel Santos, y el jefe supremo de las FARC, Rodrigo Londoño, Timochenko, se firmó un acuerdo que traza los pasos para el cese definitivo y bilateral de las hostilidades.
El acuerdo es un paso decisivo que permitirá terminar en el corto plazo el fin del más antiguo conflicto bélico de América Latina, que oficialmente ha dejado más de 260,000 muertos, 45,000 desaparecidos y 6.9 millones de desplazados.
EN CAMINO A LA PAZ DEFINITIVA
El acuerdo, anunciado por los negociadores después de tres años y medio de pláticas en Cuba, constituye el último punto espinoso a resolver por las partes antes de la firma de una paz definitiva.
El texto, que define las principales modalidades del fin del conflicto, concierne igualmente «la dejación de las armas y las garantías de seguridad (para los rebeldes) y la lucha contra las organizaciones criminales (…) sucesoras del paramilitarismo», según indicaron las partes, sin ofrecer detalles.
No se ha fijado una fecha para la entrada en vigor del cese al fuego, aunque los enfrentamientos armados son cada vez más escasos desde el fin de las hostilidades decretado unilateralmente por las FARC en julio de 2015.
«Lo más probable es que el inicio del cese al fuego bilateral coincida con la firma final de los acuerdos, probablemente en agosto o septiembre», opinó Jorge Restrepo, director del Centro de Recursos para el análisis de conflictos (Cerac).
Santos estimó este lunes que el diálogo de paz podría concluir el 20 de julio, fiesta nacional de Colombia, fecha que el ejecutivo y la guerrilla habían programado reunirse. Timochenko, menos entusiasta que el mandatario, advirtió que la paz solo sería posible si los negociadores del gobierno «aprovechan los últimos minutos para conseguir lo que no han podido en cuatro años de debate».
LOS PUNTOS A TRATAR
Alcanzar la paz con las FARC no significará el fin total del conflicto militar en Colombia, donde aún resta llegar a un acuerdo con la guerrilla del Ejército de Liberación Nacional (ELN) y terminar con el accionar de las bandas criminales remanentes de grupos paramilitares, que persisten en desafiar al gobierno.
«Creo que la actividad del ELN sobre todo y Bacrim (bandas criminales) hace que todavía no se pueda hablar de un fin completo del conflicto armado. Será el fin del conflicto armado mas importante de Colombia, pero no de todos», dijo el analista del Grupo de Crisis Internacional para Colombia, Kyle Johnson.
Sin embargo, la esperanza es permitida si este acuerdo se conjuga con el anuncio de marzo último del próximo lanzamiento de un proceso de paz con el ELN, luego de mas de dos años de conversaciones preliminares confidenciales.
En las conversaciones abiertas con las FARC, que comenzaron en noviembre de 2012, ya se alcanzaron acuerdos parciales en el tema agrario, el tráfico de drogas, la reparación de víctimas (que incluye la aplicación de la justicia a los exbeligerantes) y la participación política de los rebeldes desmovilizados.
Las partes también llegaron recientemente a un acuerdo sobre el marco legal del acuerdo final de paz y el abandono del reclutamiento de menores por parte de la guerrilla.
El último punto en suspenso concierne al mecanismo de refrendación del acuerdo final de paz.
El presidente Santos se pronuncia por un referendo, mientras que los jefes de las FARC, después de haber exigido por mucho tiempo una asamblea constituyente, se declararon recientemente abiertos a una consulta popular, lo que permite a los observadores avizorar una pronta resolución de este último punto.
Fuente: expansión.mx