El Día de Muertos, una de las celebraciones más emblemáticas y profundas de la cultura mexicana, ha traído a los panteones de Chetumal más de tres mil familias en un ritual de memoria y tradición. Flores, alimentos y veladoras han sido depositados sobre las tumbas en un mosaico de colores y aromas, honrando a aquellos que ya no están entre nosotros.
Infoqroo, al recorrer los camposantos de la capital, ha observado la mezcla de solemnidad y cuidado que las familias chetumaleñas ponen en cada visita, cada arreglo floral, cada limpieza de lápida. La actividad ha sido incesante desde la apertura de puertas a las 7 a.m., en un ir y venir de recuerdos y promesas de nunca olvidar.
Héctor Escárcega Ortega, coordinador de funerarias y panteones del Ayuntamiento de Othón P. Blanco, recalca que los días 1 y 2 de noviembre marcan el pico de asistencia, pero la conmemoración se extiende a lo largo de todo el mes. «Noviembre es un mes para conmemorar a quienes se ‘adelantaron en el camino'», afirma Escárcega Ortega, marcando el tono de respeto y remembranza que caracteriza esta época.
Con los panteones abiertos desde las 7 a.m. hasta las 6 p.m., se asegura el tiempo para que cada quien pueda rendir homenaje a sus seres queridos. Pero la invitación de Escárcega Ortega va más allá de las visitas diurnas, incitando a la población a sumarse a la verbena nocturna programada para la noche del 2 de noviembre.
Frente a este escenario de tradición y colectividad, surgen preguntas importantes que merecen nuestra reflexión y diálogo:
¿Estamos garantizando la preservación de estas tradiciones en su forma más auténtica?
¿Cómo pueden los espacios funerarios adecuarse mejor para recibir a los vivos sin perturbar el descanso de los muertos?
¿Qué medidas podemos proponer para que estas visitas transcurran en armonía con el entorno y con el respeto que merece el recuerdo?
Les invitamos a compartir sus pensamientos y experiencias sobre cómo mantener viva la esencia del Día de Muertos en Chetumal, respetando tanto a los difuntos como a la naturaleza de estos espacios sagrados.