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miércoles, diciembre 6, 2023

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TRANSPARENCIA Y COMBATE A LA CORRUPCIÓN

EntrevistaTRANSPARENCIA Y COMBATE A LA CORRUPCIÓN

La Cámara Mexicana de la Industria de la Construcción (CMIC) está presente en todo México con 44 delegaciones. Es un organismo empresarial sólido que busca tener cada vez más representatividad de un sector que reciente en primera línea los efectos tanto positivos como negativos de la economía de un país.

Periódico Círculo Rojo conversó con su Presidente Gustavo Adolfo Arballo Luján quién nos comentó un poco de historia, pero sobre todo de cómo ha ido peleando espacios para tener una mayor participación y un mayor poder como representantes de la industria para alcanzar dos grandes metas: máxima transparencia y un combate efectivo en contra de la corrupción.

Según algunas notas, es usted el primer presidente electo por votación.

Esa es una percepción mal tomada o una nota mal dirigida. Por ley de Cámaras Empresariales a la que esta Cámara está sujeta, debe haber asambleas donde un punto es la elección o reelección para un plazo máximo de tres años continuos. Los estatutos internos de esta cámara van en paralelo con eso.

Durante 62 años, siempre ha habido personas que quieren participar en la directiva pero no necesariamente se ha llegado a un proceso de elección, como en la política de la calle, donde hay dos o tres planillas registradas participando. ¿Por qué? Porque ese proceso de selección se daba “antes de” de manera a llegar a un candidato de unidad. Siempre se ha votado, aunque sea con un solo candidato, es disposición de ley.  “Me presento para ser presidente pero en un acuerdo de unidad”.

Estamos hablando de la Cámara Nacional que es la que existe para efectos de la Secretaría de Economía,  las delegaciones las tenemos como una especie de adjuntas a esta Cámara y con nuestros propios estatutos. Y allí sí, hay delegaciones que la historia dice que hasta tres candidatos y planillas han competido en una votación.

La participación de los afiliados en 62 años de historia a nivel nacional ha sido muy baja por obvias razones: primero, porque ésta no es la política de la calle. Quienes participamos en los organismos empresariales, tanto aquí como en las delegaciones, hoy que ya subió mucho, va entre 15 y 18%, no llega ni siquiera al 20%. De los 11 mil afiliados, todos somos empresarios  y estamos atrás de la chamba: de la cobranza, que del seguro, que del SAT… ¿Quiénes somos los que están atrás de estos puestos, que además todos son honoríficos? Hasta quizás como un 18%, que no llegamos a dos mil gentes.

Hasta hace 5 ó 6 años pues casi ni se sabía quién iba para presidente nacional porque este trabajo es interno, no es como es de la calle, y no teníamos por qué andar en medios. Hoy que está tan contaminado el tema y que hay un apetito por los organismos empresariales, entonces se empieza a generar este tipo de situación. Hace más de un año, después de ser vicepresidente hace muchos años y más recientemente tesorero y secretario nacional, me presento para ser presidente pero en un acuerdo de unidad.

¿Qué pasó luego en marzo? Por disposición de ley, en marzo me presento para la reelección y sale una planilla adicional. Siempre había habido la tradición o costumbre de respetar el periodo máximo de tres años, salvo que se estuviera haciendo algo indebido. Pero nunca en ese plan de choque, porque entonces se viene a dividir. Así que se vino algo medio curioso, porque como presidente tengo que ponerme como candidato. Pero yo seguí trabajando, no me puse como candidato. Y fue la primera vez, marzo 2016, en que hubo dos planillas que sí se registraron. Por eso dicen que fue la primera vez que hubo elección. ¿Pues qué quiere decir elección? Si quiere decir que haya dos, pues así sí fue la primera vez.

El resultado es que, siguiendo los procedimientos para ello, logramos que votara el 55% del universo. Y eso fue con un trabajo que ya nos parecíamos al PRI, PRD, PAN o Morena. Y ambos. Estábamos hasta en los medios, cuando este es un trabajo hacia adentro.  Y también había hasta la guerra sucia… Que no es posible que vayamos hacia eso, pero bueno… así está. Fue esta la primera vez y logramos el 55% de participación y de ese porcentaje logramos nosotros en la reelección con el 71%.

Pero en este recorrido del año pasado, había dos quejas, en eso se centraron todos. No le fallaba a nadie: ya basta de corrupción.

¿Cuál es el principal reto a superar en esta materia?

Comencé hace como año y medio como presidente, pero tengo 3 años de secretario, dos años y medio previos como tesorero y he recorrido todo el país. Así que estoy perfectamente claro de lo que ha venido pasando en estos últimos años.

Otro tema es que hoy no tenemos oportunidad de trabajo porque la obra está concentrada o está dirigida. Entonces generamos diferentes acciones.  El trenecito hay que seguirlo manejando, no se puede parar. Teníamos que ver qué más hacíamos en paralelo. Y también  hay que considerar una cosa: nosotros representamos a la construcción en general, no a los constructores de la obra pública.

Somos una Cámara Industrial, con la no obligatoriedad, tenemos 11mil de los 16 o 17 mil potenciales que hay en el país. Entonces en la Cámara empezamos a hacer transformaciones mayores en la prestación del servicio, que es lo que hacemos. Porque yo tengo que convencer a la gente de que por la cuota que paga se le regresa en beneficios. Y principalmente son las gestiones, aunque eso es difícil cuantificar en pesos.

En ese recorrido, veo también que no hay participación. No les interesa o no tienen tiempo. No son asambleas como los ejidos o los sindicatos que tienen mucha participación. Pero los que estaban y los comités, que sí son representativos, generaban estas dos quejas:

– Faltas de oportunidades de trabajo, los constructores de siempre se estaban quedando sin chamba porque aparecían nuevos actores, recordando que más del 95% son del segmento de las micro, pequeñas y medianas empresas. Sí están las grandes, que también son afiliados a la Cámara, pero  esta segmentado de esa forma.

– Y la otra queja que me decían era: “es que ya nos cuesta,  tenemos que cotizar y ojala y se pudiera subir el precio”.

Esa queja nos llevó a generar acciones como por ejemplo la instalación de un Observatorio de la industria de la Construcción que nos ayuda a estar enfocados. Este es un instrumento medio separado a la Cámara y que tiene objetivos muy claros, que hace estudios e informes, etc. Y esto permite hacer señalamientos.

¿Qué pasa de aquel lado, del lado de Gobierno y de los tres niveles? Porque no se salva nadie. Pues vamos viendo que generamos transparencia. En negativo se llama corrupción y en positivo se llama falta de transparencia.

Hemos estado ocupados en desarrollar esquemas que propicien la transparencia en todos los procesos de licitación de obra pública a nivel federal, pero también a nivel regional, estatal y municipal. Por ello, creamos el Observatorio de la Industria de la Construcción cuya meta es que exista una plataforma en cada entidad federativa, en cada delegación de CMIC (hoy tenemos 44) para que mediante un sistema capture todos los procesos y podamos saber en qué estatus se encuentran. Podamos saber a quién se le otorgan las obras y si en esos procesos falta transparencia o existe la sospecha de corrupción, entonces denunciarlo de inmediato. Esto coadyuvará con el Sistema Nacional Anticorrupción.

Nosotros debemos tener cuidado porque representamos a todos los constructores y como bien dicen para eso se necesitan dos. Es un tema delicado, porque yo les digo, a ver, el que se queje y tal y tal, pues adelante que se queje. Pero luego quieren meter a la Cámara… Yo les digo que a mí no me están haciendo nada. Yo no hago obra pública, yo no tengo ingresos del Gobierno. Yo represento los intereses de los asociados. Yo no puedo demandar algo, porque a mí no me están haciendo nada. Quieren abogados, se los pongo. Quieren apoyo de lo que sea, allí está. Eso si hacemos…

Tradicionalmente se hablaba del famoso diezmo de toda la vida, del 10%. Pero de unos años para acá he escuchado de algunas constructoras en ciertas partes del país que hablan de que funcionarios corruptos les están pidiendo hasta el 30%.

A mí la verdad se me hace muy exagerado. No lo dudo que haya casos, hay quién dice 15 quién dice 20, así como que antes ese diezmo a lo mejor no era del 10.

Yo creo que en este país el problema es de estructura. Muchos dicen de cultura, pero de cultura no es, es de estructura. Está estructurado para esto  y así funciona. Creo que siempre ha habido cosas, pero desde mi punto de vista era por excepción. Y hoy escucho que se está generalizado, y otra, que está en los tres niveles de Gobierno Federales, Estatal, Municipales; y quizás más acelerado en los niveles municipales y estatales.

Casualmente cuando se da el cambio en este país que entra el PAN a gobernar, percibimos que fue una especie de “china libre” a los estados. Porque antes había un control aunque no estuviera escrito pero había un control -si alguien se pasaba de listo le llamaban… hey hey hey…-. Pero al generarse esto en varios años: pues aquí no pasa nada, nadie dice nada, nadie diga nada. Yo hasta puedo pedir prestado y nadie dice nada… y todo esto que vimos que pasó en estos recientes años, pues trajo como consecuencia que entonces se estructuró esta situación más generalizada. Por eso la queja tan recurrente. Muchos dicen de cultura, pero de cultura no es, es de estructura.

Vuelvo al tema del “qué hicimos”. Pues el Observatorio. Un área económica y estadística que hoy le denominamos Centro de Estudios Económicos del Sector de la Construcción.

Sí, tenemos que hablar del PIB nacional, de empleos, etc. pero queremos enfocarnos. Sí hay coyunturas y problemáticas y queremos tratar de enfocarnos en eso, pero como sector de la construcción.

Por eso el Centro de Estudios Económicos elabora, de manera frecuente, información generalizada que nos permite tratar de tener más presencia, mediática o en dependencias o donde sea. Que además es una responsabilidad como Cámara decir donde estamos parados y qué está pasando. Con todos esos cuidados de los que digo porque tampoco somos una fuerza de choque. Yo creo que nosotros debemos de ser coadyuvantes de cualquier gobierno para hablar de la obra pública o del recurso fiscal para que las cosas se hagan y se hagan bien, y no estar allí de las greñas todos los santos días.

Eso es lo que ha estado pasando en estos últimos años, hemos generado estas herramientas.

Debemos de ser coadyuvantes de cualquier gobierno para hablar de la obra pública o del recurso fiscal para que las cosas se hagan y se hagan bien. Yo no meto las manos a la lumbre pero tampoco ni digo que si ni digo que no a eso del 30%, la verdad se me hace muy exagerado.  Que no lo dudo que en algún caso se pueda dar.

Pero imaginemos, si la obra vale 100 y de allí hay 30, pues aquí magia no vamos a hacer… o se deja tirada la obra o la obra está de plano de mala calidad, o qué está pasando… o en el camino vemos a ver cómo le subimos… Hoy ya no es tan fácil. Hoy hay muchos instrumentos que se han generado, burocráticos o no, pero son instrumentos muy serios por los cuales para los funcionarios no es tan sencillo así de que te autorizo y así hago… créanme que está muy cruzado eso. No está tan fácil… si yo dije que vale 100, es mi responsabilidad hacerlo. Y luego hay fianzas… entonces… eso del 30 yo no lo generalizo.

Entonces, platicando de las acciones ¿cuál sería el principal reto?

Instrumentar lo necesario para que en materia de transparencia tengamos herramientas que nos permitan, pues vigilar.

Hay gobiernos y hay políticos que están dispuestos. No me meto con su propio sistema o partido, ese es otro tema porque en esa estructura que tienen pues se obligan a cosas que a veces o no se dan cuenta o no están de acuerdo pero hay que hacerlo, yo no lo sé. Pero si hay casos de gente que quiere colaborar.

Así que cual es el reto a superar en materia de infraestructura y obra pública, pues tener mejores instrumentos para la transparencia.

¿Este combate a la corrupción también es a nivel interno?  En Tabasco, en el Gobierno de Andrés Granier, hubo acusaciones de que algunos líderes de la cámara local estaban en alianza para repartir obra a discreción.

A ver aquí está claro: los dos participantes que hablaba…Siempre hay dos, y desafortunadamente es cierto. Ese que a lo mejor sí está en esa línea, no va a venir a reclamarme a mí como Cámara. Y al final forma parte de un sector, y yo también lo represento.

Esto no es un Club. No podemos decir: tú si llevas a cabo esas prácticas mañosas aquí no te quiero.  También hemos escuchado gente que dice, pues que más hago tengo que trabajar…de todo hay.

Lo que si queda claro es que hay Gobiernos que dicen: aquí antes era de este color, y si identifican a empresas muy ligadas a ese color, pues ahora que está el otro color, los vetan. Y las empresas son empresas, les debe tocar trabajar con cualquier color.

Algunas de esas leyes no son la solución, y aunque nosotros somos promotores, solo son un instrumento

¿Si han funcionado las leyes para transparentar las licitaciones? ¿Se ha avanzado?

Muy poco. Pero algunas de esas leyes no son la solución, y aunque nosotros somos promotores, solo son un instrumento, es otra herramienta adicional. Ayuda, ayuda en algo. Que lastima que tengamos que estar invirtiendo tanto tiempo y tantos instrumentos. Será cierto que dicen que entre más democracia más corrupción, por allí he escuchado eso… Pero sí, en algo ayuda todo eso.

¿Esperan un cambio importante con la aprobación de las leyes secundarias del Sistema Nacional Anticorrupción?

Yo contestaría que sí. Por ejemplo, qué hicimos, el año pasado vino el secretario de la función pública a firmar un convenio en donde generamos una mesa de trabajo y un diálogo permanente. Con una agenda de diferentes temas: elementos de transparencia, la misma ley de obra pública, lo que fuera que era necesario. Y el Secretario no sé qué tan acotado esté o pueda estar pero siempre ha mostrado una gran disposición con nosotros y allí estamos trabajando. No esta tan rápido ni tan sencillo, pero tenemos que estarlo haciendo. Esas son acciones adicionales.

Y no nada más la Cámara de la Construcción, sino como sector privado, nosotros pertenecemos a CONCAMIN como Confederación. Pero en CONCAMIN también esta CANACINTRA y están otras Cámaras donde el Gobierno compra o contrata. Entonces pues estamos tratando de hacer una especie de frente común para este tema.

Y luego no nada más la Confederación como CONCAMIN, sino con el organismo cúpula en nuestro país que es el Consejo Coordinador Empresarial  y bueno de alguna manera estamos alineados con un objetivo común en ese sentido y en eso estamos también.

El asunto del retraso del pago a proveedores, ¿cómo evalúan a las autoridades en este sentido?

Yo creo que esa regulación que tenemos, creo que hemos crecido en regulación, que no te pago si no está el acento bien puesto ha generado mucho ese problema. Pero particularmente en estos últimos dos años yo creo que se ha combinado la falta de recursos y Pemex es el mejor ejemplo. A pesar de que Pemex dice que ya pagó el 90%, pues aquí todavía hay muchas quejas… no sé si son los que están en ese 10%. Pero también es cierto que a muchos ya les pagaron.

¿El principal problema que ustedes ubican es entonces de regulación, de regulación excesiva?

Sí, porque hay reglas de operación que tienen que seguir los Estados. Hacienda como autoridad financiera, tiene pasos que se deben de cumplir y a veces no se cumplen por desconocimiento. Las participaciones del Gobierno Federal a los Estados no tienen problema porque esos son como en automático. Pero se han generado fondos múltiples de operación para pavimentación, espacio deportivos, y allí sí hay reglas de operación.

Que yo digo que esas reglas de operación están bien de parte de las autoridades hacendarias para mejorar el control. Porque luego se escuchaba que algunas autoridades solo decían manda fondos para allá… Si así funcionó, pues que mal. Hoy esa necesaria regulación ha caído en sobre regulación. Pero más que sobre regulación, lo que hay que ver es como flexibilizar.

Allí hay área de oportunidad, entre homologar  y facilitar la manera para evitar esos retrasos.

Yo lo he hablado directamente con el Secretario de Hacienda. Y estamos hablando de lo mismo, solo que él dice tiene que ser así y así y así. Pero luego vas a los estados y hay gente nueva porque el gobierno cambió y mientras le aprenden. Luego en el Estado vas y te dicen que porque en México me regresaron los papeles y me piden quién sabe quién… Y el de México pues dice que así es porque son las reglas de operación. Y allí hay área de oportunidad, entre homologar  y facilitar la manera para evitar esos retrasos, porque por allí sí creo que eso es lo que pasa con esos retrasos.

La falta de recursos, es tema aparte, porque allí si hay dependencias en las que llegas con una estimación a querer cobrar y te dicen pues que no se puede porque solo les liberaron tanto. Entonces tienen que distribuir y piden que solo le factures la mitad. Y allí el gobierno o la dependencia asumen una postura de decir que no debe, pero no debe porque no permite que le facturen pero la obra está hecha.

Y pues claro que pega y pega muchísimo. Y si el sector financiero no tiene apoyo correcto o en buenas condiciones para ese segmento de la construcción. Pues ¿dónde nos dejan?

A puro estar jineteando a proveedores y en puras broncas de ese tipo. Así que sí impacta a un sector empresarial que si no tiene herramientas como la banca de desarrollo o la banca privada, entonces se genera un problema en la economía. Porque igual le debo al que me vende cemento y varilla, pero igual a la de las tortillas que me vende los tacos… es un efecto domino.

Los recortes claro que han tenido un impacto. Hoy se requieren más asociaciones público-privadas. Lo hemos medido, en este año de manera particular, en 0.7 del PIB. Pero allí también estamos viendo modalidades diferentes que antes no había y que no están consideradas en el PEF, en el gasto público autorizado.

El ejemplo más claro son los bonos de infraestructura educativa. Son 50 mil millones de pesos que vienen del mercado financiero que se están trayendo a valor presente para ejecutarse en el 2016, 2017 y 2018. Eso lo pongo de ejemplo porque si se recortó en once mil millones, pues a lo mejor se van a gastar 15 mil en mejoramiento de escuelas y allí se puede compensar una cosa con otra. Los certificados para proyectos de infraestructura, los CERPIs esos todavía no están listas las reglas de operación pero no tardará, quizás este año no se vea mucho. Pero no tardará en que definidas las reglas de operación igual venga del mercado financiero dinero que vayan a proyectos de inversión de infraestructura que también vengan a equilibrar esto.

Hoy se requieren más asociaciones público-privadas. Que hay que hacer la carretera y el gobierno no tiene dinero, pues hay un sector privado dispuesto a invertir. Por supuesto que tiene que ser negocio porque nadie es dama de la caridad aquí.

Qué bueno que se invierta, siempre será mejor ladrillos que dinero en el banco dicen.

IMG-20161004-WA0053En cuestión de recortes ¿cómo ven el panorama para el próximo año? ¿Les preocupa?

Yo creo que igual o muy parecido a este con lo que es recurso fiscal, que se puede equilibrar con esto otro.

Nos llama mucho la atención esto otro: sí ha bajado el gasto de inversión en el gobierno, pero la inversión en el sector privado se ha incrementado. Y solo es cuestión de salir a la calle, allí está el montón de grúas y construcciones por todos lados…  y no es  en México, es en las principales ciudades del país.

Por un lado eso es bueno porque quiere decir que el país está ofreciendo condiciones, porque si no hay condiciones la gente no construiría. Y qué bueno que hay condiciones.

La vivienda. Esa no la paramos por decreto. Esa tiene que seguir un tren. Hay que buscar también que las condiciones para la  vivienda, principalmente la vivienda social, se sigan dando. Y allí ha habido un crecimiento importante. Y no nada más la vivienda social, también en la vivienda media y la residencial.

Y ya no hablo de la inversión extranjera directa. El primer dólar que entra a México va a la construcción: porque hay que hacer la planta, hay que generar infraestructura, etc. Eso es también importante.

En cuestión de la inversión público-privada se tienen que generar más opciones, porque lo que tradicionalmente hacia el gobierno como la ampliación del puerto, el aeropuerto, la autopista, la penitenciaria, el hospital,…  pues ahora no tiene dinero para hacerlo. Y entonces se requiere de este modelo de operación, mantenimiento  y concesión para que pueda darse la inversión. Eso también esperamos que se incremente el próximo año.

De hecho las autoridades financieras y hacendarias en este país están buscando que sí sea facilitador el tema de las leyes, para que se dé.

Hoy el gobierno federal está enfocado en cumplir los compromisos presidenciales. Y lo vemos que en ese camino está. Entonces pues hay que buscarle camino para sí hacerlo. ¿No? Pero también necesitamos como país un plan a mayor plazo, y no sexenal. Porque ¿luego qué sigue?

Hablando ahorita del 2017, la perspectiva de crecimiento yo no me movería de cómo está este año. Yo no me movería. Ojalá que tuviéramos una sorpresita y que ¡hay! creció a 2.5, pero porque habría más dinero de otras modalidades, como el petróleo. Así que para el 2017, debiéramos esperar conservadoramente que sería igual que este. Que ya un crecimiento de 2.5 es bueno.

Las reformas estructurales van a traer inversión pero no va a ser ahorita, van a tardar. Van a empezar a venir más cosas, pero se van a ver hasta el próximo año.

¿Por qué se empató el ciclo de la construcción con la tasa de crecimiento económico general, si normalmente ustedes tenían  oscilaciones mucho más marcadas al alza o la baja? Antes si el PIB crecía 3% la construcción aumentaba 6 ó 7% y viceversa: en crisis, sí el PIB caía -6% la construcción se desplomaba   -10 ó -12%. ¿Qué explicación le dan ustedes al hecho de que ahora la tasa de crecimiento de la industria de la construcción es prácticamente idéntica a la de la economía en su conjunto?

Ese es un dato muy interesante. Que debe tener una explicación… pero parece que este fenómeno se ha dado en los últimos tres años. Lo primero que decimos entonces es: ¿no estamos siendo el motor de la economía? Todavía no tenemos un diagnóstico claro de qué es lo que está pasando.

Hemos tratado de hacer ver y entender lo importante de la industria de la construcción, pero no para las empresas. Porque luego se puede malentender. Luego todos nos dicen que porque solo queremos más trabajo, pues por supuesto que queremos más trabajo. Pero nosotros solo somos un instrumento. Yo hago que se venda más cemento y tacos y varilla y zapatos y hasta un carro nuevo porque hay que cambiar el que se tiene.

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Movemos a 170 ramas de la economía de las 200 y tantas que tiene registrado el INEGI. Pero por ese fenómeno. Cuando hay una obra compramos seguros y las fianzas y todas esas otras cosas que dije, y tantas otras cosas. Por eso nosotros hablamos que la construcción debe de ser y es, un sector estratégico para la economía por lo que mueve como motor de desarrollo.

Somos un sector estratégico. Nos tiene que ver la Secretaria de Economía porque somos el instrumento para ello. Y también somos las 4ta actividad en importancia de aportación al PIB nacional, la 2ª industria en generación de empleo. Que tener empleo trae otros beneficios como quizás menos inseguridad, menos delincuencia, etc. Y una vez teniendo empleo, tenemos una estructura interna de hace muchos años donde buscamos mejorar ese empleo con capacitación para que haya mejor remuneración.

Y eso a veces no se puede cuantificar en pesos, pero son efectos positivos. Y en todo este rollo estamos. Son efectos positivos que se van concatenando. Cuando sí se da. Por eso lo estratégico del sector. Por eso nosotros hablamos que la construcción debe de ser y es, un sector estratégico para la economía por lo que mueve como motor de desarrollo.

Me gustaría que hiciera usted una evaluación general del Programa Nacional de Infraestructura. ¿Qué les parece? ¿Cómo lo califican?

Cuando el Programa Nacional de Infraestructura se presentó con aquellos famosos 7.7 billones de pesos, fue una cifra histórica. Fueron listados los compromisos de obras a las que Enrique Peña Nieto se había comprometido. Y estoy seguro que en un gran porcentaje están obras que eran, son o están siendo una necesidad para el país. Pero aquí es donde hablamos de que debiera de haber un plan de desarrollo de largo plazo, para poder priorizar. Necesidades van a haber muchas y el dinero no va a alcanzar. Pues entonces tenemos que priorizar.

Para poder mandar con recurso fiscal lo que sí se haga o invitar al privado a que sí se haga. Hay que mejorar los puertos, pues ¿cómo le hacemos para que venga dinero privado? Hay que hacer el eje y el libramiento en la ciudad, y el ferrocarril de carga, pues igual. Hay que priorizar.

El gobierno siempre señala que entre sus máximas prioridades se encuentran el corredor económico del norte y el corredor trans-ístmico. ¿Se han visto afectadas estas dos grandes obras  por los recortes?

Definitivamente que sí se han visto afectadas. El gobierno tomó a manera de ejemplo desarrollar corredores logísticos. Y es lo que se busca con la ley de las Zonas Económicas Especiales. Lo que nos gusta de eso es que ya no es dinero que hay que mandarles a los pobres, sino hay que buscar cómo crear un polo de desarrollo para que aquello sea diferente. Y hay que buscar cómo generar el dinero para eso.

En ese sentido, ¿por qué el gran ausente en el Programa Nacional de Infraestructura del gobierno de Enrique Peña Nieto es el aeropuerto de la Riviera Maya que sí aparecía en el Programa del sexenio anterior, en el de Felipe Calderón?

Bueno, pues por lo mismo. Es que los planes son sexenales cuando aquí se necesita algo que trascienda administraciones, como con el aeropuerto de la ciudad de México. Independientemente de quién venga, pues es el plan. Pero el plan tiene que ser de todos: el sector privado y gobierno, para poder darle un seguimiento. ¿Qué pasó? Pues le dieron un plumazo.

Cómo evalúan el nuevo aeropuerto de la ciudad de México. ¿Realmente será el detonante que afirma la propaganda oficial?

Bueno, definitivamente la necesidad está allí y esta puesta. Eso es incuestionable, y los números están bien claros. Las horas hombre que se pierden en tráfico, etc…  Entonces si es necesario. El cuestionamiento es si es el lugar correcto y si la inversión era la correcta, pero… ¿en dónde se encuentran aquí 4 mil hectáreas en un solo lugar? Pues si no hay… Sí lo vemos como una necesidad y no solo porque genera obra, sino porque es un polo de desarrollo. Pero con la oportunidad de que sea algo planeado y no como lo que tenemos ahorita. Aquello va a generar algo que estoy seguro que no nos estamos imaginando, y no solamente el aeropuerto. Me refiero también a los alrededores. Que tiene condiciones muy especiales la tierra del aeropuerto… sí. Pero nada que no se pueda resolver.

En relación con ese gran proyecto que es el Nuevo Aeropuerto de la Ciudad de México, cabe destacar la gran capacidad que tienen las empresas mexicanas para participar en las diferentes facetas del mismo. Y para la CMIC es muy relevante que las licitaciones sean parejas y equitativas con las empresas nacionales y con las extranjeras. Que no hayan requisitos incumplibles por las nacionales y exista esa conciencia. Afortunadamente hemos visto por parte de las autoridades que se les han adjudicado a nacionales las primeras fases y eso nos da gusto, puesto que la cadena de la industria de la construcción activando a las pymes mexicanas se vuelve una realidad.

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¿Algo más que quisiera agregar?

En el tema de ser propositivos…no tenemos por qué estar enfrentados, queremos hacer señalamientos pero que nos lleven a cosas positivas. Estamos claros que si no lo hacemos de la manera correcta, nos podemos cerrar las puertas para seguir dialogando. No es un temor a nada, solo encontrar la forma correcta. Lo que queremos es encontrar la forma correcta para que nos vaya bien a todos. Si hay esos números de crecimiento y esos planes tan ambiciosos, pues a fuerzas que hay que trabajar en ellos.

Yo quiero salirme del discurso tradicional de la queja, con quejas no sacamos nada. Decir lo que sí queremos ser, porque lo que queremos son resultados. Estamos en un afán de construir una agenda permanente en ese sentido. Hoy aprovechando los temas de transparencia, buenas prácticas y gobiernos abiertos… pues ¿qué buscamos?… pues que no les quede más que comprar el concepto. Y que cada quién haga lo que le toca y sumarnos.

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